Cómo colocar y decorar con cojines el sofá
Teniendo en cuenta que el sofá es el mueble principal del salón, las primeras miradas cuando entras en esta estancia de la casa, se dirigen hacia él. Pues con los cojines vamos a hacer que todavía destaque más, porque son un complemento que va a marcar la diferencia no solo del sofá, si no del conjunto del espacio. Sino, piénsalo al revés, ¿verdad que si ves un sofá vacío, sin cojines, notas que le falta algo, es como si estuviera desnudo? Y es que es en los detalles decorativos donde radica el encanto, el buen gusto, la diferenciación… ¡Llámalo como quieras!
Lo primero que has de tener presente cuando te planteas qué cojines elegir y cuántos colocar, es el tamaño del sofá (medido habitualmente por el número de plazas) y la forma de su respaldo, ya que de lo más o menos voluminoso que sean sus cojines, los que pondremos para decorar variarán. Porque tamaños de cojines hay de 65×65, de 60×60 y de 50×50, pero estos son de forma cuadrada, pero luego también hay rectangulares, por no hablar de otras formas válidas como los cilíndricos o tipo rulo, los redondos, etc. que permiten crear composiciones más heterogéneas.
También influye si el sofá no tiene reposabrazos (en cuyo caso, debes evitar colocarlos en los extremos) o si el respaldo es bajo (aquí se permiten usar muchos más cojines, y mejor rectangulares, para ocupar el espacio que falta). Cómo ves, hay muchos elementos del propio sofá que has de tener en cuenta a la hora de seleccionar los cojines. También su color, para saber los tonos de los cojines que has de escoger, por no hablar de las opciones de los estampados cromáticos.
Lo cierto es que las posibilidades para decorar con cojines son infinitas y, aunque como se dice por ahí, “contra gustos no hay nada escrito”, sí hay que tratar de seguir un criterio coherente a la hora de seleccionar la cantidad, los colores y las formas de los cojines para tu sofá. Y para tratar de colocarlos bien, aquí van nuestros consejos e ideas, ilustrados con proyectos de salones. Ah! Y todos ellos son válidos también para los espacios exteriores donde no faltan estos elementos decorativos, entre otros.
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La fórmula que nunca falla a la hora de elegir la cantidad de cojines para el sofá es uno por cada plaza y añadir uno más, a partir de ahí, se pueden incorporar más piezas tomando como referencia que normalmente se pueden elegir más cojines que plazas. Obviamente, si tienes un sofá grande, de unos 250 cm, que son los habituales para tres plazas, o ya de tamaño más grande, el primer paso es empezar a colocarlos desde los extremos del sofá, uno a cada lado, hasta llegar al centro, con la idea de mantener cierta simetría y equilibrio visual.
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Por contra , si tienes un sofá de tamaño pequeño, esto es, de unos 140-180 cm, ideal para dos personas, te recomendamos no llenarlo de muchos cojines porque lo que conseguirás es no dejar espacio para sentarse. Una buena idea es colocar de forma equilibrada un par de cojines a cada extremo del sofá, de dos tamaños distintos, pero jugando con diferentes acabados (lisos y estampados), para darle cierto dinamismo visual al sofá y perder así un poco la noción de su tamaño real. Otra opción es al contrario, desequilibrar la composición colocando los cojines de forma asimétrica, con tamaños y formas diferentes a cada lado. Tú decides.
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No por lógico y evidente, dejamos de recordarlo. Y es que has de procurar que todos los cojines se vean, sea cual sea la disposición que elijas. Los grandes han de ir detrás de los pequeños, siempre. Puedes ponerlos en fila frente al respaldo, pero también puedes colocarlos en forma de cascada a la largo de éste. Y lo dicho, haz que se vean todos. Pero ojo con poner demasiados cojines hasta el punto de sobrecargar el sofá; con esto, lo único que conseguirás es hacer que éste parezca más pequeño, algo que influirá en la perspectiva general del propio salón. Y un consejo interesante es que debes procurar que los cojines estén ordenados, no tirados de cualquier manera, porque con ese simple gesto, harás que el salón y la casa desprendan una imagen equilibrada y en calma.
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En la cuestión del color, como decíamos, piensa en el del sofá. Los que son blancos o neutros combinan siempre bien con todo tipo de tonalidades de cojines; por contra, si tienes el sofá de un color vivo, busca cojines de colores que lo atenúen. Los cojines no han de ser del mismo color que el sofá, se recomienda que sean de la misma gama, con algún toque llamativo, pero no te extiendas a más de tres-cuatro colores en la paleta que elijas para combinar. Piensa que precisamente el uso de toques de color que siempre recomendamos como interioristas, tiene en los cojines uno de sus aliados perfectos. Y sobre los estampados (rayas, cuadros, dibujos…), básate en el mismo criterio: que compartan la misma gama cromática, pero no abuses de la variedad.
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Queremos acabar este artículo sobre cojines con un par de tips extras relacionados y que ensalzarán todavía más el sofá y el salón. Hablamos de otro accesorio, también textil, como son los plaids o las mantas, y que son muy prácticos en el sofá para ese momento que te tumbas y necesitas taparte un poco. Importante: varía el tejido dependiendo de la estación del año pero, eso sí, mantén siempre que sea de un color a juego con los cojines, para respetar la armonía visual. Ah! Y otra idea es colocar unos cojines extras más grandes en el suelo que te servirán de asientos adicionales para cuando tienes invitados jóvenes en casa o como soporte para jugar un rato con los más peques sobre la alfombra.
©Propiedad de la revista El Mueble
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