¿Cómo integrar los pilares y convertirlos en un elemento más de la decoración?
Muchas veces pasa que, cuando se hace una reforma integral que implica la demolición de todas las paredes de la vivienda existente, pueden aparecer elementos constructivos del edificio que no pueden tocarse. Uno de ellos son los pilares o las columnas que forman parte de la estructura y, como tal, hay que respetar su ubicación y tratar de integrarlos en la nueva distribución espacial del proyecto que va a desarrollarse, pensando también en su papel decorativo dentro del conjunto de elementos que conforman la estancia, ya sea un salón, la cocina, el dormitorio, el baño, etc.
Es tarea del arquitecto y/o del interiorista valorar la situación de estos pilares o columnas y decidir si van a quedarse vistos, pueden ocultarse o si van a formar parte de otros elementos constructivos o del mobiliario. Todo esto se va a decidir sobre el plano, inicialmente. En algunas ocasiones, pueden llegar incluso a condicionar la distribución de las estancias, pero siempre se acaba llegando a una solución con la idea de integrarlos en el ambiente de la forma más óptima, haciendo que pasen lo más desapercibidos posibles o, por contra, luciéndolos en todo su esplendor asignándoles, incluso, cierto papel protagonista en el planteamiento del interiorismo.
En nuestros proyectos nos hemos encontrado en varias situaciones de tener que pensar qué hacemos con los pilares o columnas pero siempre, de la mano del cliente, hemos llegado a una propuesta satisfactoria, tal como puedes ver en los siguientes ejemplos.


Dejar el pilar independiente en medio de un amplio espacio
En grandes estancias, como puede ser una suite con vestidor o una cocina abierta al salón comedor, estos pilares suelen aparecer a la hora de tirar los tabiques que antes comprendían espacios más compartimentados. Si se decide dejarlos vistos y exentos, en medio del amplio espacio, las propias dimensiones harán que no se vea como un obstáculo visual, ya que alrededor de él se genera una suficiente y holgada zona de paso.
Además, si, como decimos, se encuentra en medio de diferentes estancias que comparten un mismo espacio diáfano, pero donde se desarrollan usos distintos, el propio pilar puede actuar de elemento separador entre ellas, con lo cual, su visualización queda suavizada por esta función.

Columnas que lucen exentas y potencian el estilo decorativo clásico
Hay proyectos muy especiales que hemos hecho, como este singular palacete en París , que la propia construcción invita a lucir en todo su esplendor los pilares o, como en este caso, las majestuosas columnas en la zona del salón y el comedor. Se trata de cuatro columnas originales que se decidieron conservar y que, con su presencia exenta, no hacen sino ensalzar el corte clásico majestuoso de la vivienda, gracias también a los cuatro metros de altura del espacio y a otros elementos decorativos como las cornisas y molduras.
La ubicación de las columnas -aunque exenta- dibujando un cuadrado, enmarca una amplia zona central de paso que, a su vez, actúa de espacio separador entre el salón y el comedor, situados a ambos lados, respectivamente. La elección de un pavimento diferente también potencia este efecto funcional y, visualmente, representa un efecto decorativo muy acertado.


Usar el pilar como línea divisoria de un mueble o entre dos ambientes
Esta es una opción en la que el pilar estructural puede actuar de ayuda, aunque la estancia en cuestión se ha de estudiar al milímetro en cuanto a pensar en su distribución, mobiliario, etc. para hacerlo coincidir allá donde nos interesa. Un ejemplo sería a la hora de integrar el escritorio en un dormitorio juvenil o infantil , el pilar puede colocarse en medio de la mesa de estudio para que haga de línea divisoria entre los dos hermano/as que la comparten.
Otra opción más fácil de conseguir dentro de esta posibilidad es la de dejar el pilar enrasado a pared (no exento) entre los dos ambientes que vamos a crear en el salón, es decir, entre el comedor y la zona de estar, por ejemplo. La idea es aprovechar el saliente que genera el pilar, de carácter discreto, para establecer esta línea divisoria entre ambos.
Integrar el pilar en el propio diseño del mueble
En estos casos se trata de aprovechar la ubicación del pilar (ya sea uno o varios) y diseñar en torno a él el mueble que se haya decidido para esa estancia. Lógicamente, quedará visto pero el hecho de formar parte del mobiliario, hará que visualmente pase más desapercibido. Una opción es hacer que el pilar haga de límite del propio mueble, de suelo a techo, con la posibilidad de permitir aprovechar algún rincón para crear una librería, un armario, etc. que complemente el uso del mueble.
También se puede hacer que el pilar parezca que descanse sobre el propio mueble, ocultando su parte inferior, al ocultarla en su interior. Obviamente, en ambos casos, estaríamos hablando de hacer el diseño de estos muebles totalmente a medida.