julio 6, 2022
Está claro que quien tiene un espacio exterior en casa, tiene un tesoro. Y si no lo sabías, suponemos que tras el obligado confinamiento pandémico que nos tocó vivir, ya te habrás dado cuenta. ¿Eres de las afortunadas? ¿Sí? Entonces este post te interesa.
Ya va siendo hora que le des a ese espacio exterior el sitio que se merece y si ya lo estás haciendo, quizás te estás planteando mejorarlo o cambiarlo. Además, siempre nos pasa que con el buen tiempo, es cuando se nos activa el ‘modo outdoor’ y eso está bien, pero piensa que con la suerte que tenemos en este país en cuanto al clima, merece la pena tener siempre a punto nuestra terraza, jardín, balcón, porche o patio.
El tamaño del espacio exterior es importante
La ventaja de disponer de metros cuadrados exteriores no lo pone nadie en duda pero, a veces, precisamente por ser tantos, te pierdes entre las diferentes y fantásticas posibilidades, ¿verdad? Valga como ejemplo este jardín que ha renovado Pia hace muy poco. Puedes verlo en la imagen de portada del post y en la secuencia de fotografías que ilustran esta primera parte.
De lo que se trata es de distribuir la superficie en diferentes ambientes, manteniendo cierta distancia entre ellos y dándole a cada uno su protagonismo con su particular equipamiento y accesorios.
– Comedor: sitúalo junto a la fachada y en la parte más próxima a la cocina de la casa para facilitar el servicio. Siempre bajo un porche, pérgola o toldo porque la sombra es necesaria para evitar la incidencia directa del sol. ¿El tamaño de la mesa? Lo determinarás tú según la cantidad de personas que vayan a utilizarla habitualmente.
– Cocina exterior: si el espacio te lo permite y quieres evitar el uso de la cocina de casa por aquello de no ir entrando y saliendo, plantéate una que pueda estar al aire libre gracias a sus materiales resistentes. Piensa también en todas las instalaciones que hacen falta de luz, agua, gas, etc. Déjate asesorar por la marca que hayas elegido para optimizarla al máximo.
– Zona de estar: Importante contar con sombra y, sobre todo, con confortables asientos donde no falten los cojines y alguna mesa auxiliar. El estilo y cómo lo amuebles, lo determinará tu gusto. Si has creado diferentes ambientes en tu espacio exterior, mira de buscar un hilo conductor entre ellos -con los materiales, colores, acabados, etc.- para percibirlos como un conjunto.
– Piscina: disponer de ella ya es el súmmum de tu espacio exterior. Independientemente de su tamaño, lo que cuenta es que cerca crees una zona para tomar el sol después del chapuzón, ya sea sobre el propio césped o delimitándola con un pavimento antideslizante. Que no falten las hamacas y alguna sombrilla. Y muy importante el tema de la seguridad, sobre todo si hay niños pequeños en casa, con algún tipo de valla, por ejemplo.
Si puedes, cuenta con comedor y zona de estar
Como decíamos, el tamaño que dispongas al aire libre determinará el partido que le puedas sacar al espacio, pero que eso no sea un problema para aprovecharlo bien y disfrutarlo al máximo. Lo ideal es contar con una zona de estar y otra de comedor para cubrir el máximo de horas en el exterior y habitualmente se tiende a ponerlas una junto a otra en la parte más próxima a la fachada.
En estos casos se recomienda que la mesa se sitúe junto a la puerta de acceso al exterior porque requiere de más movimiento de los comensales y dejar la zona de estar en la parte más apartada. Es importante que los muebles de ambos ambientes sigan la misma línea decorativa y genera una agradable ambientación que los englobe, con accesorios como cuadros, lámparas, plantas, alfombras, etc.
Prioriza la zona de estar en tu espacio exterior
En algunos casos, te tocará elegir entre una zona u otra porque las dos no caben. Ahí entra en juego no solo el espacio disponible, sino también las rutinas y el uso que vayas a darle, pero entonces normalmente se prioriza la zona de estar porque se utiliza durante más tiempo, porque suele resultar más cómoda y porque en cualquier momento siempre puedes improvisar un desayuno o una cena informal ahí.
El confort de los asientos es clave para crear la zona de estar ideal. Opta por un buen sofá y alguna butaca donde puedas tumbarte en un momento de relax, que te permita pasarte horas leyendo sin cambiar de postura de lo cómoda que estás. Y no te olvides de incluir en el conjunto alguna mesa de centro o auxiliar porque te hará falta para tener las cosas a mano y para algún elemento decorativo.
Y a falta de poder estar bajo tejado fijo (tipo porche o pérgola), elige un toldo que además te permitirá, cuando se vaya el sol, recogerlo y disfrutar de una vista directa de las estrellas, además de facilitar una mejor circulación del aire.
El placer de tener un comedor exterior
Si eres de las que prefieren priorizar el comedor exterior, adelante. Como decimos, eso lo va a determinar las rutinas de tu casa. Puede ser que habitualmente comáis en la cocina y estéis deseando que salga un buen día para hacerlo al aire libre, incluso aunque sea invierno. O porque por orientación, le da siempre la sombra y es el lugar ideal para las comidas de verano.
Sea cual sea la razón, debes tener en cuenta que el tamaño de la mesa sea proporcional al espacio que dispones, que puedas moverte alrededor de ella sin molestar a los que están sentados. En cuanto a los asientos, las posibilidades son infinitas, desde sillas con o sin brazos, bancos con o sin respaldo, taburetes auxiliares o sillas plegables para cuando hayan comensales extra… Incluso, para este último caso, la propia mesa puede ser extensible también.
Los materiales ideales para tu espacio exterior
A las diferentes posibilidades que puede ofrecer tu espacio exterior en cuanto a cómo lo plantees, hay un aspecto común en todas ellas y es la necesidad de acondicionarlo y siempre teniendo en cuenta que son piezas que están expuestas al aire libre y, por tanto, exigen unas condiciones determinadas de resistencia, durabilidad, mantenimiento, etc.
Sea cual sea el estilo por el que finalmente te decidas, ten presente los materiales y acabados. Piensa en las inclemencias meteorológicas (lluvia, granizo, nieve…), en los cambios de temperatura y en la luz UV de los rayos de sol que incide durante muchas horas. Cerca del mar, influirá la salitre y con ella, la oxidación. Y no te olvides de la ligereza a la hora de tener que mover los muebles o de guardarlos, si es que lo haces cuando acaba la temporada estival.
– Mobiliario: casi todas las firmas tienen una línea específica para exteriores y los materiales habituales son acero, aluminio, madera (teca, iroco…), fibras naturales (mimbre…), ratán sintético, hierro, forja, piedra, plástico (polipropileno, PVC…), resina, etc. Algunos requieren ciertos cuidados regulares y otros deben estar siempre bajo techo cubierto.
– Textiles: los almohadones y cojines son necesarios en los espacios exteriores, así como las tapicerías de los muebles e incluso las sombrillas y las alfombras. Todos esos tejidos requieren de ciertas características frente al desgaste exterior y una limpieza fácil. Los más recomendables son: lonetas de algodón y lino, poliester, acrílicos, vinílicos, etc. y para alfombras: yute, sisal, coco, vinilo tejido, olefina, polipropileno, etc.
– Iluminación: dependiendo de tu espacio exterior vas a necesitar iluminarlo con diferentes soluciones, tanto decorativas como técnicas, con faroles, focos, apliques, lámparas portátiles, colgantes, de pie, etc. Igual que sucede con los muebles y los textiles, existen también distintos materiales, todos ellos resistentes al exterior y cada marca te informará del más recomendable para tu casa.
Si puedes, acondiciona tu espacio exterior para todo el año.
Valora la suerte que tienes y disfruta de esos momentos al aire libre tan saludables. Esperamos haberte ayudado con nuestros consejos; ahora te toca aplicarlos y si tienes cualquier consulta, ya sabes, escríbenos.
