Los 5 aspectos fundamentales de la recepción de un hotel
Del conjunto de zonas comunes de un hotel, la recepción es posiblemente de las más importantes dentro del diseño de interiores contract, dado su papel como espacio de bienvenida de los huéspedes. Porque, como se suele decir, la primera impresión es la que cuenta.
En su papel de ‘espacio que recibe’, la recepción de un hotel tiene una importancia fundamental dentro del proyecto de interiorismo y decoración, porque es la primera imagen que los huéspedes se llevan del hotel que han elegido para sus días de vacaciones, trabajo, ocio, etc. Además, hay que tener en cuenta que como zona común es única, es decir, solo hay una recepción, y todos los huéspedes han de pasar por ahí, tanto en el momento de hacer el check-in y el check-out, como para entrar y salir del hotel cada vez.
Por todo esto, la recepción del hotel se ha de cuidar mucho, eligiendo cada elemento (mobiliario, iluminación, materiales, decoración, etc.) de forma muy estudiada para causar la mejor primera impresión y, a la vez, mostrar la imagen y el estilo de la marca hotelera (sobre todo, si se trata de una cadena), reflejada también en el resto de espacios del hotel. En esta elección también se ha de tener en cuenta el target del establecimiento, ya que no es lo mismo un hotel para familias con niños, que uno urbano para ejecutivos o uno vacacional para parejas.
El mostrador es la pieza clave del mobiliario de la recepción
No hay duda que la recepción de un hotel se presenta como un espacio con muchas posibilidades creativas, pero no hay que perder de vista su papel, que se ha de basar en la practicidad, a la que hay que sumar el estilo y la estética. Por tanto, a la hora de diseñar la recepción, hay que buscar este equilibrio para que permita desarrollar sus funciones y, al mismo tiempo, que sea capaz de enamorar de un solo vistazo.
La pieza clave de mobiliario contract en la recepción es el mostrador, considerándose el elemento de comunicación en la relación hotel-cliente, y es la pieza alrededor de la cual gira todo lo demás. Su diseño en cuanto a forma y estética puede ser muy variado e, incluso, su formato (solo un mostrador, varios más pequeños, etc.), pero si hay un elemento relacionado con el mostrador en el que hay que centrarse, es la pared de atrás. Representa un gran foco de atención visual y está abierto a muchas ideas, desde las más decorativas (fotos, pantallas, cuadros, etc.) a las más discretas (pared lisa con logo, por ejemplo).
Punto de partida: cómo plantear la distribución de la recepción de hotel
La recepción del hotel, como lugar de paso y de tráfico alto, ha de distribuirse muy bien para no interferir en dicha dinámica. Por eso, el mostrador siempre se colocará en un lateral o al fondo del espacio, y ha de ser visible desde la misma entrada del hotel. En este punto, hay que pensar lo importante que son los revestimientos contract, ya que el pavimento de la recepción ha de elegirse con un material muy resistente, higiénico, fácil de mantener y, a la vez, que resulte atractivo.
Dependiendo de la superficie que tenga la recepción, se ha de plantear su distribución. Partiendo del mostrador, hay que pensar en otras piezas de mobiliario necesarias, pero sin llegar a sobrecargar el espacio, que ha de mostrarse en todo momento amplio y cómodo. No hay que olvidar ofrecer en la recepción una zona de descanso y/o espera y para esto es ideal crear microambientes con algún sofá, banquetas, pufs, etc. que resulten acogedores y agradables.
La iluminación debe responder a un uso funcional y a un gusto decorativo
La iluminación en la recepción del hotel es fundamental, sobre todo a la hora de pensar en el mostrador, ya que se trata de una zona de trabajo y de relación directa con el cliente. Como sucede en toda iluminación contract, se ha de buscar la combinación idónea para responder a las necesidades funcionales pero, a la vez, incluir la vertiente decorativa, sin olvidar las posibilidades de la luz natural que ofrece el espacio y cómo las podemos aprovechar y combinar con la artificial.
El campo de las luminarias es inmenso y en una recepción hotelera se puede optar por varias opciones. En espacios pequeños, se recomiendan los focos, bien colocados, pero en general vamos a intentar darle protagonismo a alguna lámpara que resulte llamativa por su diseño, por ejemplo, como pieza colgante sobre el mostrador o en lado, o como elemento mural colocada en la pared de atrás del mostrador. Y si el espacio lo permite, se debe añadir iluminación secundaria de carácter indirecto, en forma de apliques o lámparas de sobremesa, que siempre genera un ambiente agradable y acogedor.
Otros elementos necesarios en la recepción de un hotel
Al mobiliario, la iluminación, los revestimientos, etc. hay que sumarle otros elementos menos estructurales que ponen la guinda a esa hospitalidad tradicional que debe ofrecer la recepción de un hotel, entendida hoy en día como ‘la experiencia del cliente’. Estaríamos hablando del toque final que refleje el estilo decorativo del establecimiento, como pueden ser elementos como cuadros, esculturas, cojines en los sofás, alfombras, jarrones, etc. Ah! Y no hay que olvidarse de incluir las plantas, que siempre aportan frescura y mejoran la calidad del aire.
Y hablando de aire o mejor, en este caso, de ambiente, hay un elemento que no se ve pero que es fundamental para potenciar esa experiencia y que puede y debe formar parte del proyecto de la recepción de un hotel. Hablamos de los aromas, capaces de despertar agradables sensaciones, especialmente en el momento de entrar, convirtiéndose también en una importante primera impresión. Hay hoteles, incluso, que ya tienen su propia línea aromática corporativa que los identifica y pueden ser en forma de mikados, velas o ambientadores.
Los imprescindibles en la recepción de un hotel: tecnología y accesibilidad
Dentro del orden visual que requiere la recepción del hotel y tratándose de un lugar de trabajo donde se hace necesaria la existencia de diferentes dispositivos tecnológicos, se debe cuidar que los cables queden ocultos o procurar cargas inalámbricas que los eviten, además de tratar que la disposición de estos equipos resulte lo más discreta posible. Y es que la tecnología no tiene por qué estar reñida con la estética y el orden.
Y por último, hay una cuestión imprescindible y ya obligatoria en las recepciones hoteleras, y aunque no está tan vinculada a la parte estética, sino más bien a la normativa de accesibilidad, debemos pensar que se puede —y se debe— integrar fácilmente en la decoración del conjunto. Estamos hablando de las rampas para personas con discapacidad, de ofrecer una parte más baja en el mostrador e incluso de la señalética, adaptada al sistema Braille.
Ya sea en calidad de profesional del sector como de usuario final, estamos seguras que cuando accedes a la recepción de cualquier hotel que visites, te fijas muchísimo en la sensación que te despierta ese momento, ¿verdad? Lo que te demuestra lo fundamental que es cuidar todos y cada uno de los elementos que conforman este espacio.
